jueves, 23 de mayo de 2013

Guerra de las Malvinas

La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur (en inglés: Falklands War) fue un conflicto bélico entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha del cese de hostilidades entre la Argentina y el Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que involucró la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido.
La causa fue el intento por parte de la dictadura argentina de forzar mediante una acción militar la búsqueda de solución, favorable a sus intereses, en el diferendo sobre la soberanía de estos archipiélagos equinocciales, los cuales las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre la Argentina y el Reino Unido, aunque éste los administra y explota. Su descubrimiento son motivo de controversias; fueron ocupados alternadamente por España, Francia, Argentina y el Reino Unido (actualmente); Argentina considera que se encuentran ocupados por una potencia invasora, y los consideran como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
Políticamente, la derrota en el conflicto precipitó en Argentina la caída de la llamada Junta Militar que gobernaba el país, la cual fue reemplazada, en diciembre de 1983, por un gobierno democrático elegido por el pueblo, que facilitó la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el cual se puso fin al conflicto del Beagle.
En el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador neoliberal de Margaret Thatcher saliera reelegido en las elecciones del año 1983.1
Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con soberanía aún no definida, entre la Argentina y el Reino Unido.



Guerra de las Malvinas
Falklands, Campaign, (Distances to bases) 1982.jpg
Movimientos de las flotas contendientes y distancia a sus bases.
Fecha 2 de abril de 198214 de junio de 1982
Lugar Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur e Islas Sandwich del Sur
Resultado Victoria británica. El Reino Unido recupera la posesión de los archipiélagos.
Beligerantes
Flag of Argentina.svg
Argentina
Flag of the United Kingdom.svg
Reino Unido
Comandantes
Leopoldo Galtieri Margaret Thatcher
Fuerzas en combate
1 portaaviones, 1 crucero, 6 destructores, 3 corbetas, 2 buque tanques, 1 buque desembarco de tanques, 2 rompehielos, 9 transportes, 2 submarinos, 2 avisos, 2 lancha guardacostas, 7 buques espías. 2 portaaviones, 2 buque de asalto anfibios, 8 destructores, 15 fragatas, 6 buque desembarco de tanques, 1 rompehielos, 3 transatlánticos, 25 buque tanques, 40 transportes, 6 submarinos, 3 dragaminas.
3 Incluye las 323 bajas debidas al hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
4 Incluye las 3 únicas bajas civiles, causadas por la marina británica.
Bajas
649 muertos
1068 heridos
11 313 capturados
47 aeronaves destruidas
6 barcos hundidos
255 muertos
775 heridos
115 capturados
34 aeronaves destruidas
8 barcos hundidos




Las Causas

Situación en Argentina antes del conflicto

A comienzos de los años 1980, el modelo económico neoliberal impuesto a sangre y fuego por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional dio claras muestras de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza, etc.
Después de los cambios de poder de la junta militar a finales de marzo de 1981, Leopoldo Galtieri llegó al poder, en diciembre de ese año, con el Brigadier Basilio Lami Dozo y el almirante Jorge Anaya reemplazando a Roberto Viola luego de que éste reemplazara a Jorge Rafael Videla. Anaya propuso la recuperación por vía de la acción militar de las Malvinas como solución al largo conflicto por la soberanía de las islas.2 Entre otras varias razones, tanto por el efecto que podría conseguirse a la hora de desviar la atención social de esos problemas, como por las posibilidades de recuperar el crédito perdido entre determinados sectores sociales sensibles a una acción de interés patriótico como esa.3 El periódico La Prensa especuló que sería un plan a efectuarse paso a paso, comenzando con cortar el suministro a las islas, y que terminaría en acciones directas hacia fines de 1982, si las conversaciones en la ONU fueran infructuosas.4 La decisión fue tomada bajo la suposición de que el Reino Unido nunca respondería militarmente, esto debido a diversos motivos entre los cuales se encontraba el hecho de que se creía los Estados Unidos de América garantizaría la soberanía e independencia de los países de América.5
La tensión entre los dos países se incrementó el 19 de marzo de 1982 cuando un grupo de comerciantes de chatarra argentinos levantaron la bandera de Argentina en la isla de Georgia del Sur, este acto fue más tarde visto por los ingleses como el primer acto de guerra. La nave HMS Endurance fue enviada desde el puerto de Stanley hacia la isla, hecho que llevó a la invasión argentina de la isla. La junta comenzó a estudiar la posibilidad de ocupar las Islas Malvinas y Georgias antes de que los británicos pudieran reforzarlas,6 por lo que adelantó la fecha de la invasión al 2 de abril.
A pesar de las múltiples advertencias del capitán de la marina Nicholas Barker, la invasión de las islas tomó por sorpresa al Reino Unido. Barker creía que la planeada retirada del HMS Endurance, que era la única nave inglesa en el Atlántico Sur, sería la chispa que precipitaría la invasión siendo para los argentinos una señal de que Gran Bretaña no estaba dispuesta, y pronto sería incapaz, para defender sus territorios y habitantes en las Malvinas.7 8

Aspectos económicos, geoestratégicos y políticos

En las islas existieron en otro tiempo importantes puestos balleneros, pero la gradual desaparición de numerosas especies de ballenas en los mares australes y los profundos cambios en el negocio aceitero hicieron que la relevancia económica de la actividad se redujera dramáticamente. No obstante, numerosas investigaciones confirmaron yacimientos de crudo en la plataforma continental en la que se encuentran las Malvinas. Además la plataforma es rica en pesquería.
Políticamente, el interés de Argentina por el archipiélago obedece a su visión del mismo como territorio irredento.
Estratégicamente,
  1. La posesión de territorios adyacentes a la Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones relacionadas con el mismo;
  2. El control de este archipiélago entrega una posición estratégica a su ocupante sobre el cruce austral y su tráfico marítimo.
No obstante, en la década previa al estallido de la guerra, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico consideraba las Malvinas más bien como un problema a la hora de estabilizar sus relaciones con América Latina. Pero, aunque propuso una devolución en arriendo (una soberanía de Argentina durante un tiempo prolongado con la expectativa de una devolución al final del mismo), los ciudadanos de las Malvinas se negaron a aceptar la propuesta.9

Las noticias y el manejo de la información en la Guerra de las Malvinas

Informativos de ATC, Argentina Televisora Color, durante la guerra de Malvinas. Crónicas desde las islas a cargo de Nicolás Kasanzew. Fuente: Canal 7. Televisión Pública de Argentina. Archivo de noticieros (1982).
Las noticias de las Malvinas están ligadas directamente al desarrollo del conflicto bélico, desarrollado entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982. El manejo de la información es un recurso importante para cualquier fuerza armada en situaciones de guerra, ya que puede utilizarse para obtener nueva información, provocar errores en el contrincante, generar efectos entre los propios y los aliados. También es un buen elemento de propaganda política.

Tipos de noticias en la Guerra de las Malvinas

  • Las noticias militares son las que narran la guerra desde el punto de vista estrictamente militar. Son expresadas por medio de comunicados y declaraciones, y sus fuentes de información son institucionales. En ellas se relata, por ejemplo, el desplazamiento de tropas, posiciones de guerra, estrategias, etc.
  • Las noticias políticas comprenden acciones políticas, declaraciones y decisiones emanadas de la Junta Militar. En este escenario interactúan los militares, políticos y empresarios.
  • Las noticias diplomáticas son específicas y se dan en el espacio que se delimita entre el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino y de las Organización de las Naciones Unidas. Se dan por medio de declaraciones, entrevistas y citaciones, y su fuente es institucional.
  • Las noticias del mundo anglosajón son las que toman la guerra desde el punto de vista británico. Lo mismo sucede con las noticias desde el punto de vista estadounidense.
  • Las noticias económicas se refieren a las sanciones de la Comunidad Europea contra la economía argentina.
  • Las noticias históricas fueron publicadas principalmente en las primeras semanas del conflicto; consisten en narraciones cronológicas, grandes síntesis, antecedentes y explicación causal de la guerra.
  • Las noticias cotidianas ofrecen al lector narraciones pintorescas. Por ejemplo, cómo es un día en las Islas. Acercan las imágenes de una media lejana para un lector que nunca estuvo en las Islas. Sus personajes pertenecen al mundo privado.
  • Las noticias de la Iglesia católica adquieren una gran importancia con la llegada del Papa Juan Pablo II a Argentina. Constan de narraciones, declaraciones y documentos, y sus fuentes son institucionales.
  • Las noticias de opinión describen las relaciones de causa/efecto del conflicto. Son jerárquicas e interpretativas, y están presentes al inicio y al final de la guerra.
  • Las noticias sobre otros medios son las que publican opiniones y reacciones de la prensa británica, los problemas de la censura, la contrainformación y los rumores. Su fuente de información son los diarios británicos.

Las fuentes de información, el Gobierno militar argentino y el caso británico

La Junta Militar argentina había prohibido el acceso de periodistas a las islas desde los comienzos del conflicto. Sólo hubo un pequeño número de reporteros argentinos destacados con autorización militar y que proveían su material.
En los inicios del conflicto, el Gobierno militar argentino buscó la participación con los principales periódicos para construir una opinión pública favorable. Luego, con el agravamiento del conflicto, dispusieron el control total de la información de guerra. El Gobierno de turno dictó las siguientes pautas para el cumplimiento del acta de la Junta Militar disponiendo el control de la información por cuestiones de seguridad:
1- Todas las informaciones y las noticias provenientes del exterior utilizadas por los medios y toda información difundida por los medios relacionada con las operaciones militares y la seguridad nacional están sujetas al control del Estado Mayor.
2- El Estado Mayor ejercerá el control de la información.
3- El director y el editor de los medios de información serán considerados responsables directos de las transgresiones al artículo 1º.
4- Toda transgresión será sancionada con la clausura del medio y el arresto del director o editor.

Las fuentes textuales

Éstas son el pacto de enunciación que el periódico implanta con sus lectores presentando a los actores sociales en la función de informantes. De acuerdo con esto, se pueden establecer las siguientes categorías enunciativas:
  • Los medios de comunicación. Poseen un alto nivel de legitimidad porque tienen como soporte de comprobación todo el circuito mediático.
  • Las fuentes textuales institucionales oficiales. Son todos los informadores cuyo nombre puede ser citado: Presidentes, diplomáticos, ministros.
  • Las fuentes oficiosas. Son actores sociales cuya identificación es imprecisa. No siendo fácilmente verificables, pueden dar origen a rumores.

La guerra

Cascos usados por los soldados argentinos durante la guerra, exhibidos en el Museo del Bicentenario.
Para un listado de las Fuerzas Armadas argentinas implicadas en el conflicto, véase este Anexo.

Fundamentos políticos y militares de la acción argentina

La decisión se basó en los siguientes supuestos políticos y militares:
1. Naciones Unidas se había adherido firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación, por grandes mayorías, de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral desde 1972.10
2. Entre 1981 y 1982, varias acciones del Gobierno británico fueron interpretadas por la Junta militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro; entre otras:
  • debido a recortes presupuestarios, el Ministerio de Defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS Hermes y HMS Invincible), de sus dos buques de desembarco de tropas (HMS Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por los británicos «el guardián de las Islas Falkland». Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.11
  • la nueva ley de nacionalidad aprobada por el Parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa.12
3. La guarnición británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur era reducida, y la lejanía a la metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo.
4. La capacidad de guerra anfibia del Reino Unido a medio mundo de distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval.
5. No parecía probable que el Reino Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino —por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una cuestión colonial sobre unas islas remotas.

La Operación Rosario

La Operación Rosario (nombre de la operación de desembarco; la operación anfibia se denominó Operación Azul)13 consistía en una serie de acciones de intensidad creciente encaminadas a la recuperación argentina de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que se conseguirían en sentido inverso (de Este a Oeste y de menor a mayor relevancia política), iniciándose de la manera más discreta posible y culminando con la toma del archipiélago de las Islas Malvinas y de su capital, Puerto Argentino/Stanley, mediante un asalto directo, pero sin causar bajas al enemigo para evitar una futura reacción militar británica.
La Junta logró mantener en secreto el plan de Anaya hasta apenas 48 horas antes del inicio de las hostilidades.
Los planes de replicar el método como solución al conflicto del Beagle
El Gobierno argentino diseñó el plan denominado Operación Rosario para la recuperación militar de los tres archipiélagos en disputa con el Reino Unido y Chile, alterando el estatus quo por la vía de los hechos. La operación fue diseñada a finales de 1981 y principios de 1982 por el Almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri.
Tras la conquista de las islas, algunas fuentes inciden en la posibilidad concreta de que la Argentina tuviese también por objetivo a medio plazo ocupar militarmente los archipiélagos al sur del Canal de Beagle en disputa con Chile para solucionar el Conflicto del Beagle, el cual en esos momentos se encontraba bajo una mediación del papa Juan Pablo II,14 por la cual ambos gobiernos se comprometieron a no hacer uso de la fuerza y a abstenerse de tomar medidas que turbasen la armonía entre las dos naciones.15 Esa posibilidad hizo que Chile apoyase en el conflicto a los británicos, a diferencia de los demás países de la región que simpatizaban con la causa argentina.
El jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de las Malvinas, el Brigadier General Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo, confirmó estos planes en una entrevista con el diario Perfil. Galtieri le comunicó:
«Que saquen el ejemplo [los chilenos] de lo que estamos haciendo ahora porque después les toca a ellos».
Presidente de Argentina Leopoldo Fortunato Galtieri16
También Oscar Camilión, último Ministro de Relaciones exteriores de la República Argentina antes de la guerra había mencionado los planes en sus "Memorias Políticas":
«Los planes militares eran, en la hipótesis de resolver el caso Malvinas, invadir las islas en disputa en el Beagle. Esa era la decisión de la Armada…»
Los planes de invadir las islas chilenas eran discutidos abiertamente en la opinión pública de Argentina. Por ejemplo Manfred Schönfeld in La Prensa (Buenos Aires) del 2 de Junio de 1982, cuando la visión del "vamos ganando" todavía hacía furor en Buenos Aires, opinaba sobre el curso de acción tras la (exitosa) guerra de las Malvinas:
Para nosotros no lo estará [terminada la guerra], porque, inmediatamente después de barrido el enemigo de las Malvinas, debe serlo de las Georgias, Sandwich del Sur y de todos los demás archipiélagos australes argentinos, ...
Manfred Schönfeld18
Los mas altos oficiales del ejército argentino anunciaban publicamente la invasión de las islas chilenas. El General (R) argentino Osiris Villegas, jefe de la primera delegación argentina para la mediación ante el vaticano anunciaba:
no persistir en una diplomacia bilateral que durante años la ha inhibido [a Argentina] para efectuar actos de posesión efectiva en las islas en litigio que son los hechos reales que garantizan el establecimiento de una soberanía usurpada y la preservación de la integridad del territorio nacional
General (R) Osiris Villegas19
Estos planes son conocidos también en los análisis de la política internacional, como en el caso del estudioso Kalevi Jaakko Holsti, en The State, War, and the State of War Cambridge Studies in International Relations, 1996:
Displaying the mentality of the Argentine military regime in the 1970s, as another example, there was "Plan Rosario" according to which Argentina would attack the Malvinas and then turn to settle the Beagle Channel problem by force. The sequence, according to the plan, could also be reversed.
Kalevi Jaakko Holsti, The State, War, and the State of War20
El día 2 de Abril de 1982 durante la multitudinaria manifestación en la Plaza de Mayo en Buenos Aires se escuchaban cánticos como:
Palo, palo, palo, palo bonito palo es, eh, eh, eh, que se cuide Pinochet21
eh, eh, eh, que risa que se ve, ahora que se cuide, que se cuide Pinochet21
Tero, tero, tero, tero, tero, tero, tero, tero, hoy le toca a los ingleses y mañana a los chilenos21
Antes de la invasión a las Malvinas, las Fuerzas Armadas Argentinas desplazaron sus mejores unidades a la frontera oeste y luego las reforzaron con las unidades de elite que retiraban de las islas, en la suposición de que los británicos no se defenderían.
Chile, ya alertado por la Operación Soberanía y en las semanas anteriores por la provocación de "Gurruchaga" en la isla Deceit, movilizó a la flota hacia el sur en silencio de radio y apostó nuevamente, como 3 años antes, sus regimientos en la frontera.

Movimientos previos en las islas Georgias del Sur

En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, por el cual adquirió las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias del Sur.
Margaret Thatcher, Primera Ministra británica durante la Guerra de las Malvinas.
Davidoff gestionó en la Embajada británica de Buenos Aires el servicio del buque HMS Endurance con el fin de transportar a las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.
El empresario comunicó a la Embajada británica su viaje al archipiélago de Malvinas y, en diciembre de 1981, zarpó con destino a las Georgias, a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5).
Meses más tarde, el 19 de marzo de 1982, con motivo de un nuevo viaje de Davidoff al lugar, ahora en el ARA Bahía Buen Suceso (B-4), se produjo el izado de una bandera argentina en las islas que provocó que el Ministerio de Exteriores Británico ordenase el envío del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco del personal.
El 20 de marzo, Margaret Thatcher fue informada de lo sucedido y decidió enviar el HMS Endurance desde Puerto Stanley, con un complemento de 24 soldados de marina. Se organizó, además, una protesta diplomática en Buenos Aires.
El 21 de marzo, después de la marcha del ARA Bahía Buen Suceso (B-4) y con grupo de Davidoff en tierra para seguir con sus tareas, se solicitó al Gobierno argentino desalojar a los operarios allí apostados.

Recuperación de las Georgias del Sur

El 23 de marzo, el comandante del Grupo Naval Antártico, capitán de navío Joaquín Pantoja, al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1), recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas.
Un Westlan Wessex en la Isla Ascension en mayo de 1982.
El B-1, comandado por Trombetta, arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó un grupo de apoyo a los obreros argentinos; luego, permaneció en la zona y patrulló con sus helicópteros el área durante las horas subsiguientes. Las noticias procedentes del sur dieron cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada Argentina en el Atlántico Sur.
El 28 de marzo de 1982 el ARA Santísima Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas 40, embarcando a su comandante y al Comandante del teatro de Operaciones Malvinas, General de División Osvaldo García.
El 1 de abril el Estado Mayor General Naval recibió la orden de "ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar el dominio de las islas Georgias", para lo que se le asignó la corbeta portamisiles ARA Guerrico (P-2) (actual P-32) al mando del CF Carlos Alfonso, y un grupo de Infantería de Marina al mando del Teniente de Navío Guillermo Luna.
Como consecuencia de lo anterior, se sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a fin de evitar la acción argentina. La noche del día 1 de abril Ronald Reagan se comprometió ante Margaret Thatcher a hablar con la Junta militar para evitar el ataque. No obstante, su conversación telefónica con Galtieri fue infructuosa.22

El desembarco en las Islas Malvinas

Orden de batalla

Argentina Reino Unido





Fuerza de Operaciones 40 (comandante: vicealmirante Juan Lombardo)
  • Destructor misilístico ARA Hércules (D-1) (actual B-52) (4.100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx (1977).
  • Destructor misilístico D-2 ARA Santísima Trinidad (D-2) (4.100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx (1981).
  • Corbeta misilística ARA Drummond (P-1) (actual P-31) (1.250 t) 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1978).
  • Corbeta misilística ARA Granville (P-3) (actual P-33) (1.250 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1981).
  • Submarino ARA Santa Fe (S-21) (1.526 t) (Clase Balao ex-USS Catfish SS 339) con 10 tubos lanzatorpedos de 254 y 533 mm (1944, modernizado en 1960).
  • Rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) (14.900 t) con 2 helicópteros medianos Sikorsky Sea King (1978).
  • Buque de transporte ARA Isla de los Estados (B-18) (3.100 t, 1951).
  • Buque de desembarco de tanques LST ARA Cabo San Antonio (Q-42) (8.000 t, 1977).
  • 84 comandos anfibios y buzos tácticos embarcados.
  • 1º y 2º batallón de infantería de marina blindada (con vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5).
Naval Ensign of the United Kingdom.svg Comandante: gobernador Rex Hunt


  • La 3ra Sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino y parte de la jefatura de esa unidad.


El 25 de marzo el general de división Osvaldo Jorge García, como comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, dio órdenes de ejecutar el plan de operaciones.
El 26 de marzo, una importante fuerza naval argentina abandonó Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, dirigieron sus pasos hacia las islas Malvinas.
El día 30, la inteligencia británica notificó al gobernador Rex Hunt que se trataba de una amenaza real y que se esperaba la invasión para el día 2 de abril. Hunt reunió a sus pocas tropas y les encomendó la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagaron el faro e inutilizaron el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas. Ese mismo día el general García, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes, postergó un día la operación de desembarco, fijando como día “D” al 2 de abril y como hora “H” las 06:00.23
  • Cronología del ataque
El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe.
Ya el 2 de abril a primeras horas se dio el desembarco de un grupo de comandos anfibios, y de buzos tácticos con botes neumáticos para despejar posibles obstàculos o minas que hubieran en la playas para el arribo de los vehículos anfibios, a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo.
A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3000 m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.
A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42) y de la corbeta ARA Drummond (P-1). A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman —que dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado.
Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases.
A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillan, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro.
A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre.
El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;24 fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.
Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Stanley.
Cuando la compañía E llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa.
El cabo Jacinto Eliseo Batista de los comandos anfibios conduce prisionero a un grupo de Royal Marines tras la rendición británica
A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero, finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.25 Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigió a Londres.
Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Stanley (posteriormente, llamado Puerto Argentino).
Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril.
En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio.
Al día siguiente, aparecieron en los periódico británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores (incluyendo civiles armados) fueron capturados por los argentinos en la acción.26
Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionaron, pero luego decidieron rendirse.
Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur (en estas últimas hacía varios años).
Los prisioneros británicos volvieron a su país vía Montevideo.
Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores, Lord Carrington.27
  • Repliegue
Durante el 3 de abril se comenzó a replegar los elementos usados en el desembarco al BDT y al rompehielos; el grueso de las tropas que intervinieron en la recuperación regresó en aeronaves del Comando de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina.
El 4 de abril, desde el ARA Isla de los Estados (B-8) se trasladó en helicópteros a Darwin y a Pradera del Ganso a la Compañía "C" del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército Argentino, que ocupó ambos establecimientos sin hallar oposición.
El 5 de abril una fracción de la Compañía de Ingenieros 9 ocupó Puerto Fox en la isla Gran Malvina.
Alfredo Astiz firmando el Acta de Rendición Condicional ante los capitanes Pentreath y Barker de las fuerzas armadas británicas el 26 de abril de 1982.
Archivo:Instrument of Surrender.jpg
Acta de Rendición - Cese de Hostilidades en Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
Tras la conquista de la islas, entre el 6 y 7 de abril, los buques de la FT.20 y de la FT.40 se replegaron a la BNPB, a la que arribaron el 12 de abril.

La diplomacia tras la invasión

Entre las primeras medidas tomadas por Argentina, estuvieron algunas de carácter administrativo, aunque con fuerte valor simbólico: cambios de topónimos por sus versiones argentinas, instauración del español como lengua oficial y modificación del código de la circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la izquierda.
El gobierno de Margaret Thatcher, inmerso en distintas reformas muy contestadas socialmente, se hallaba en una situación delicada. Francis Pym, su ministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos ojos un conflicto con Argentina por la posesión de unas islas remotas en el Atlántico Sur.
Con todo, el 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados:
El Consejo de Seguridad, Recordando la declaración formulada por el Presidente del Consejo de Seguridad en día 23 45a. Sesión del Consejo de Seguridad, celebrada el 1º de abril de 1982 (S/14944), en la que se instaba a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que se abstuvieran del uso o la amenaza de la fuerza en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
Profundamente preocupado por los informes acerca de una invasión por parte de las fuerzas armadas de la Argentina el 2 de abril de 1982,
Declarando que existe un quebrantamiento de la paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
1. Exige la cesación inmediata de las hostilidades.
2. Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland).
3. Exhorta a los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Resolución 502 del Consejo de Seguridad. Nueva York, 3 de abril de 1982.
El presidente de Francia, François Mitterrand, telefoneó a Thatcher para expresarle su apoyo. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta militar argentina.
Javier Pérez de Cuéllar, entonces Secretario General de las Naciones Unidas.
Durante el conflicto bélico, y a raíz de la inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados beligerantes, Perú representó los intereses diplomáticos de Argentina en Reino Unido y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos del Reino Unido en Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres se convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica. Por su parte, el régimen militar de Uruguay mantuvo una postura ambivalente frente al conflicto.28
Durante el transcurso del conflicto bélico, los movimientos del Servicio de Inteligencia británico sobre la Embajada peruana en Londres y sus funcionarios diplomáticos conllevó como respuesta numerosos mensajes de distracción.
Se supo después que el Perú no sólo apoyó a Argentina diplomáticamente, sino también militarmente, con acciones de inteligencia y el envío de una docena de aviones Mirage M5-P, en ese entonces casi nuevos29 eludiendo radares chilenos que actuaban apoyando a inteligencia británica;30 además de pilotos, instructores, pertrechos militares, misiles y medicinas.31 32 Como acto de solidaridad peruana, los citados aviones fueron "vendidos" a Argentina a dos millones de dólares cada uno en plazos muy amplios toda vez que su precio era de veinte millones de dólares por avión.33 Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto (hoy en día se habla de un apoyo extra de pilotos y de más misiles Exocet por parte del Perú hacia Argentina), también es un hecho que el Perú movilizó su fuerza naval hacía el sur de su frontera ante una eventual intromisión de Chile a favor del Reino Unido.
Hacia el 9 de abril, el Reino Unido había logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea), la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y la ONU. Surgieron entonces propuestas de paz por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano Fernando Belaúnde Terry.
Alexander Haig, Secretario de Estado de Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre dos de sus aliados. La mediación se basaba en dos puntos principales:
  1. Retirada de Argentina de las islas;
  2. Administración interina conjunta de las islas o, en último caso, una administración neutral mientras se negociase la soberanía;
Aunque, al menos, en un par de ocasiones se estuvo a punto de conseguir, la oposición de Thatcher y Galtieri fue un escollo insalvable. Básicamente, la Primera Ministra declaraba que, una vez producida la invasión, no se podía pasar por alto a esta; Galtieri, por su parte, rechazó de plano la retirada voluntaria del ejército argentino.34
La Unión Soviética, por su parte, se dedicó a observar el devenir de unos acontecimientos en los que dos aliados de los estadounidenses, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo implicaba romper la OTAN o romper el TIAR. Cualquiera de las dos opciones resultaba beneficiosa para los soviéticos.
Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos durante la Guerra de las Malvinas.
Tras unas semanas de política de dos caras (postura diplomática y neutral de Haig, por un lado, y continuo e importante apoyo militar y estratégico del Pentágono, por otro),35 hacia finales del mes de abril, el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los británicos y por la OTAN en detrimento de Argentina y el TIAR. Tanto la Unión Soviética como Cuba criticaron a Estados Unidos por este posicionamiento, y Fidel Castro llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina.
Tras la experiencia de la Operación Soberanía, la dictadura militar de Chile optó también por apoyar a Gran Bretaña, motivada por sus conflictivas relaciones con Argentina que habían llegado al borde de la guerra a finales de 1978. Por lo demás, Chile no consideraba que se debiese aplicar el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que implicaba que si un país de América era atacado por un extranjero todo el contienente debía defenderlo) ya que entendía que Argentina no había sido atacada, sino que era ella la atacante.
Desde los últimos días de abril, por tanto, el Reino Unido contó con este apoyo diplomático, con inteligencia satelital estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L Sidewinder, Stingers, etc.) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se consideraba —y se demostraría— el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque Exocet de fabricación francesa.
Hay dos versiones sobre la conducta de los misiles Exocet:
  1. El Reino Unido accedió a las claves para desactivarlos en la fase de operación.
  2. No obstante la detallada información suministrada por el constructor Aérospatiale sobre las características de los Exocet y específicamente sobre su sistema de puntería final (homing) resultaron inútiles: este misil resultó ser tan peligroso como se temía y en ningún momento de la guerra se pudieron establecer contramedidas eficaces contra él.
No hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes.
Tras el hundimiento del General Belgrano, cuyas cuantiosas pérdidas humanas, y la pérdida del Sheffield, Thatcher volvió a recibir solicitudes de mediación, en este caso del Presidente peruano Fernando Belaúnde. Se volvió a fracasar. Por un lado, la Primera Ministra mostró, de nuevo, su reticencia a detener la guerra mientras los argentinos continuasen en las islas; pero, aunque aceptó la negociación sin condiciones previas sobre plazos o consecuencias, la Junta militar argentina se opuso.36
Las condiciones definitivas del Gobierno británico para llegar a un acuerdo fueron redactadas el 16 de mayo, y se exigía a Argentina un plazo de 48 h para aceptarlas sin negociación posible. Las condiciones, que exigían la retirada incondicional de las tropas argentinas y el restablecimiento del statu quo previo, centraban el conflicto en que la agresión de Argentina iba en contra del derecho de autodeterminación de los isleños y así fue como consiguieron que parte de la opinión pública mundial se pusiese del lado del Reino Unido. Al rechazar Argentina el plan, se hizo inevitable la respuesta militar británica.

La Operación Corporate: la guerra terrestre en Malvinas

Desembarco británico y combates en el estrecho de San Carlos
La reacción del Reino Unido fue una inmediata respuesta militar lanzada el 5 de abril de 1982 gracias a la cual islas volvieron al estado previo a la invasión argentina.
Operación Corporate fue el nombre dado a la operación Británica para retomar la posesión de las islas Malvinas en 1982. Gran Bretaña movilizó en total unos 30 000 miembros de sus fuerzas armadas para este conflicto, tanto en Gran Bretaña como en la isla Ascensión y en el Atlántico Sur.37 Durante el año 1982, en plena guerra de Malvinas, muchos soldados en el continente, como marineros en el mar, cumplieron misiones de alto riesgo. A principios de mayo el portaaviones ARA Veinticinco de Mayo estaba preparándose para un enfrentamiento con la flota británica, que no fue posible por el mal tiempo. La Armada Argentina en 1994 informó que tenían derecho a considerarse veteranos de Malvinas a las tripulaciones del Portaaviones 25 de Mayo, los destructores Hércules, Santísima Trinidad, Comodoro Py, Comodoro Segui, Hipólito Bouchard y Piedrabuena, las corbetas Drummond, Guerrico y Granville, los buques Punta Médanos, Cabo San Antonio, Gurruchaga, Somellera, los petroleros Campo Durand, Puerto Rosales y Río Cincel, los transportes Mar del Norte y Córdoba y los submarinos San Luis y Santa Fe. Sin embargo, no se reconoce a los más de 10.000 marineros que participaron en las riesgosas misiones como veteranos. El 30 de abril de 1982, el Ejército Argentino sufrió sus primeras bajas cuando un helicóptero UH-1H con 3 oficiales, 2 suboficiales y 5 conscriptos a bordo se precipitó al mar frente a las costas de Caleta Olivia. Al día siguiente, 1º de mayo, mientras las caza navales Sea Harrier FRS1 de la Royal Navy atacaban la Base Aérea Militar "Malvinas", en el Diario de Guerra de la guarnición local se anotaba: “01 1030 May 82. Se detectó 2 (dos) submarinos en dirección a Caleta Olivia”.38 Luego se ordenaría a Comodoro Rivadavia el Regimiento de Caballería Blindada 8 "Cazadores General Necochea", quedando en permanente estado de alerta en Caleta Olivia el Regimiento 1 de Infantería “Patricios” y la Compañía de Ingenieros 3. Más de 10 000 soldados que cumplieron misiones custodiando la Patagonia,39 así como en Tierra del Fuego, tampoco son reconocidos como veteranos y son denunciados como «falsos ex combatientes».40 Michael Beetham, Jefe del Estado Mayor Aéreo le propuso al gabinete británico en el mes de abril, atacar al continente argentino con bombarderos argumentando que había muchas bases aéreas importantes entre Trelew y Río Grande.41
El día 2 de mayo, el submarino británico HMS Conqueror comandado por el comandante Chris Wreford-Brown atacó con dos torpedos Mark 8 al crucero ARA General Belgrano capitaneado por el Capitán de Navío Héctor Bonzo que se hundió en 40 minutos y murieron 323 de sus tripulantes. Unos días después, aviones navales de ataque Super Etendard argentinos guiados por Capitán de Fragata VGM Ernesto Proni Leston devolvieron el golpe: lanzaron un misil Exocet que atacó de gravedad al destructor HMS Sheffield el 4 de mayo dejándolo inutilizado y hundiéndose una semana después.
Con el tiempo los británicos pudieron desplazar sus barcos al estrecho de San Carlos, que separaba ambas islas, y finalmente desembarcaron la Brigada de Comandos 3 del Brigadier Julián Thompson al Noroeste de isla Soledad, el 21 de mayo.42 Durante muchos días, la aviación argentina bombardeó los barcos británicos, pero no pudo impedir el desembarco. Durante esos días, los Dagger y los A4 de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y los pilotos de la Armada de la República Argentina (ARA) pusieron fuera de combate o hundieron al menos a 11 naves británicas. Pero las fuerzas británicas provocaron bajas a los cazabombarderos argentinos. Entre los buques británicos dañados o hundidos estaban las fragatas Ardent y Antelope, Antrim, Argonaut, Brilliant, Broadsword y cuatro buques de desembarco logístico: Sir Galahad, Sir Lancelot, y Sir Bedivere. Un destructor, Coventry y un mercante de transporte, Atlantic Conveyor fueron hundidos fuera de San Carlos el 25 de mayo.
Los paracaidistas británicos del 2º Batallón de Paracaidistas comandados por el Teniente Coronel Herbert Jones avanzaron rumbo a Puerto Darwin, defendido por el Regimiento de Infantería 12 a órdenes del Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi donde se produjo la violenta batalla de Pradera del Ganso entre el 27 y el 28 de mayo. Murieron 55 argentinos y 18 británicos.43 Debido al fuerte cinturón defensivo alrededor de la capital, la captura del terreno alto era vital, por lo que el Brigadier Thompson se centró en la captura de los montes Kent y Challenger. Entre el 29 y 31 de mayo se producen violentos combates sobre las laderas del monte Kent. Los jefes de la Compañía de Comandos 601 y la 602 planeaban una operación para ocupar colinas más o menos sobre la línea del monte Kent. Sacaron cinco patrullas el 29 de mayo. La Compañía 602 con refuerzos de la 601 y del Escuadrón Alacrán de Gendarmería Nacional y del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea son alistadas para tomar posición en Monte Kent, Bluff Cove Peak y la Montaña Smoko a fin de dejarse sobrepasar por el avance enemigo y atacar su retaguardia. La patrulla del capitán Tomás Fernández avanzo para explorar el camino hacia la cima de Bluff Cove Peak, pero en la primera loma al subir la abrupta ladera cayeron en una emboscada.44 El helicóptero Puma que transporta al Escuadrón de Fuerzas Especiales de la Gendarmería Nacional es abatido por un misil al bordear el Monte Kent muriendo 2 oficiales y 4 oficiales a tan solo dos días después de haber llegado a las islas. El Brigadier Thompson luego diría en su libro No Picnic (No Fue Un Paseo): “Fue una suerte que había ignorado las opiniones expresadas por Northwood que el reconocimiento de Monte Kent antes de la inserción de 42 Commando era superflua. Si no hubiera estado allí el Escuadrón D, las Fuerzas Especiales de Argentina habrían pillado el Batallón Comando antes de poder desambarcar y, en la oscuridad y la confusión en una zona de aterrizaje extraño, infligido fuertes bajas en los hombres y helicópteros.”45
En la noche del 5-6 de junio una sección de la 602 a cargo de el Capitán Andrés Ferrero logra desalojar un pelotón de unos 30 royal marines en monte Wall,46 con el apoyo coordinado de fuego del Grupo de Artillería 3 aunque deben abandonar la posición pocas horas mas tarde para no quedar atrapados en el dispositivo enemigo. En la noche del 6-7 de junio una sección de la 601 liderada por el Capitán Rubén Teófilo Figueroa se propone tender una emboscada en el puente sobre el Rio Murell a elementos avanzados del 3ro Batallón de Paracaidistas (3 Para), sorprendidos desde el otro lado del río por un pelotón británico y luego de un providencial intercambio de disparos sufren un herido pero logran poner en fuga a unos 30 paracaidistas británicos capturando equipos de comunicaciones, claves y material. Dos días mas tarde la Compañía de Comandos 602 reagrupando todos sus efectivos disponibles al mando del mayor Aldo Rico se moviliza por tierra hasta el río Murrell colocándose a la vanguardia de la línea defensiva del Regimiento de Infantería 4, junto con el Escuadrón Alacrán de Gendarmería Nacional, utilizando nuevamente el apoyo de fuego coordinado del Grupo de Artillería 3 desde Puerto Argentino. La acción resulta en un duro combate con unos 50 royal marine británicos cuyo balance arroja dos bajas mortales de estos últimos, confirmadas,47 al parecer a manos del Teniente Primero Jorge Vizoso Posse a pesar de encontrarse seriamente herido. En este combate mueren los sargentos argentinos Mario Antonio Cisneros y Ramón Gumersindo Acosta.
El 10 de junio, queda abortada la última posibilidad de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV del General de Brigada Julio Fernández Torres en Comodoro Rivadavia de ejecutar un contraataque de envergadura por la retaguardia enemiga en Monte Kent. Planificado con unidades de comandos disponibles en la isla y el refuerzo de la Compañía de Comandos 603 al mando del Mayor Armando Valiente, el plan queda finalmente descartado ante la falta de seguridades de contar con una adecuada cobertura aérea.
Se decidió en el Alto Mando Británico realizar un cerco al estilo tradicional, bombardeando los objetivos y realizando varios ataques aéreos antes de realizar asaltos de infantería. El 8 de junio los A4 y los Dagger de la Fuerza Aérea Argentina rechazan un intento de desembarco británico en el río Fitz Roy y Puerto Agradable. Es hundido el transporte de tropas británico Sir Galahad.
Las acciones sobre Dos Hermanas, Longdon y Harriet dieron como resultado la captura de cuatrocientos soldados argentinos.48 Antes de que amaneciera el 12 de junio, el segundo jefe del Regimiento 7, el entonces mayor Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, se entrevistó con el Gobernador Mario Benjamin Menéndez. No tenía buenas noticias. Menéndez recuerda que ordenó que le permitieran a Carrizo lavarse, que le dieran ropa de abrigo, "y dije que si había un poco de whisky que le dieran. Usted le tiene que dar al menos cuarenta y ocho horas a un hombre para que se reponga del combate, y no teníamos ese tiempo."49 Carrizo Salvadores y su tropa encararían después el último contraataque, frustrado, contra el 2º Batallón de Paracaidistas en Wireless Ridge.
Tras cinco días de combates, entre el 10 y el 14 de junio, luego de parlamentar los conductores de las fuerzas oponentes, se firmó la rendición de las tropas argentinas, tras lo cual las fuerzas británicas retomaron el control de la capital malvinense.
Prisioneros de guerra argentinos el 15 de junio

En los combates desarrollados en las zonas de los montes Dos Hermanas y Tumbledown, el soldado conscripto Oscar Poltronieri operó eficazmente una ametralladora, deteniendo varios ataques enemigos. En la posición del Regimiento de Infantería 7 en Wireless Ridge los soldados afrontan un duro bombardeo de la artillería británica del cual caen alrededor de 6000 proyectiles directamente sobre sus posiciones en Wireless Ridge. La batalla por Puerto Argentino deja a más de 150 soldados argentinos y británicos muertos. De acuerdo al autor británico Nicholas van der Bijl, el Batallón de Infantería de Marina 5 a órdenes del Capitán de Fragata Carlos Hugo Robacio, peleó bien en la batalla de Monte Tumbledown y luego se replegó a Sapper Hill donde Robacio junto con la Compañía B del Regimiento de Infantería 6 del mayor Oscar Ramón Jaimet tenían planeado continuar resistiendo: “Eran cerca de las 8 de la mañana cuando un gris amanecer envolvía Stanley, Robacio estaba organizando un contraataque con la Compañía de Quiroga y la Compañía de Jaimet cuando le fue ordenado por el Jefe de Estado Mayor del General de Brigada Jofre, el Coronel Aguiar evacuar Tumbledown. Robacio y Jaimet estaban furiosos porque ellos creían poder contener a los Guardias Escoceses.”50

Pérdidas humanas

Muertos del bando argentino

Monumento a los caídos en Malvinas, en Plaza San Martín en Buenos Aires
  • Ejército Argentino:
    • 194 (16 oficiales, 35 suboficiales, 143 soldados conscriptos)
  • Armada de la República Argentina:
    • 377 (ARA General Belgrano 323, ARA Alférez Sobral 8, ARA Santa Fe 1, ARA Guerrico 1, ARA Isla de los Estados 5, Infantería de Marina 34, Base Islas Malvinas 1 y 4 pilotos del COAN)
  • Fuerza Aérea Argentina:
    • 55 (41 aviadores)
  • Gendarmería Nacional Argentina:
    • 7
  • Prefectura Naval Argentina:
    • 2 (Río Iguazú 1)
  • Agentes civiles:
    • 16 (ARA Isla de los Estados 13, ARA General Belgrano 2 y Narwal 1)
649 hombres y 3 isleñas
Lista de los muertos, 1998.
Lista de los muertos con Comandos.

Muertos del bando británico

  • Ejército Británico: 123 (7 oficiales, 40 suboficiales y 76 soldados voluntarios).
    • Regimiento de Paracaidistas: 39
    • Servicio Especial Aéreo (SAS - Special Air Service): 19
    • A bordo de las naves RFA Sir Galahad y Sir Tristan: 43.
    • Regimiento de Gurkhas: 1.
  • Marina Real Británica (Royal Navy): 86
  • Marines Reales (Royal Marines): 27 (2 oficiales, 14 suboficiales y 11 soldados voluntarios).
  • Real Flota Auxiliar (Royal Fleet Auxiliary ): 4. (RFA Sir Galahad y Atlantic Conveyor).
  • Real Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force): 1 (1 oficial).
  • Agentes civiles: 14 (Atlantic Conveyor 8, RFA Sir Galahad y Sir Tristam 4).
  • Isleñas de Malvinas: 3 mujeres civiles. (La fragata HMS Avenger cañoneó su casa por error).
255 hombres51 (la página de esta referencia no se encuentra)
273 según el "Roll of honour of Palace Barracks Memorial"52

Pérdidas materiales

De acuerdo a los datos de la Fuerza Aérea Argentina,53 los británicos sufrieron las siguientes pérdidas:
  • 31 aeronaves derribadas o destruidas
  • 8 buques hundidos o destruidos
  • 11 buques averiados de consideración
  • 11 buques averiados.
Las fuentes oficiales británicas reconocen la destrucción de:
  • 6 aviones Sea Harrier FRS.1
  • 4 Harrier GR.3
  • 3 helicópteros Chinook HC.1
  • 5 Sea King HC.4/HAS.5
  • 9 Wessex HAS.3/HU.5
  • 3 Lynx HAS.2
  • 3 Gazelle AH.1
  • 1 Scout AH.1.
De éstos, 5 Harrier/Sea Harriers y 18 helicópteros fueron destruidos por acción enemiga.54 Otro Harrier GR.3 fue dañado por metralla de la artillería antiaérea, lo cual le provocó un incendio durante su descenso en el portaaviones Hermes y no volvió a tomar parte en el conflicto.55
En lo que hace al componente naval de la Task Force, fueron hundidas o destruidas 7 naves de distinto porte (2 Destructores Tipo 42, 2 Fragatas Tipo 21, 1 buque portacontenedores, 1 buque logístico y una lancha de desembarco), todas ellas víctimas de ataques aéreos. Dos destructores y dos fragatas fueron dañados al punto de ser retiradas del teatro de operaciones por el resto de la guerra.
Por su parte, los argentinos reconocen la pérdida de 100 aviones y helicópteros durante el conflicto, incluyendo las pérdidas por derribo, destrucción en tierra, accidente y captura por el enemigo.

Lista de embarcaciones perdidas por la Argentina durante la guerra

Nombre Muertos Lugar del pecio Profundidad (metros) Fecha de hundimiento (1982)56
Crucero ARA General Belgrano 323 55°24′S 61°32′O 4.200 Torpedeado por el submarino nuclear HMS Conqueror el 2 de mayo
Submarino ARA Santa Fe 1 Hundido en bahía Cumberland, Georgias del Sur 200 Atacado el 25 de abril por al menos dos helicópteros equipados con misiles antibuque, hundido el 20 de febrero de 1985
Mercante ARA Isla de los Estados 18 Cerca de Puerto Howard 20 Cañoneado por la fragata HMS Alacrity, 11 de mayo
Mercante ARA Bahía Buen Suceso 1 Al este del estrecho de San Carlos 20 Atacado por aviones Sea Harrier el 16 de mayo en bahía Fox. Hundido como blanco de pruebas
Mercante ELMA Río Carcarañá 0 51°33′S 59°32′O cerca de Puerto Groussac 30 Atacado por aviones Sea Harrier el 16 de mayo en bahía Rey. Hundido el 23 de mayo por helicópteros Sea Lynx
Pesquero Narwal 1 52°45′S 58°10′O 440 Atacado por aviones Sea Harrier el 9 de mayo, hundido al día siguiente al sur de las islas
Patrullero PNA Río Iguazú 2 Varado cerca de Prado del Ganso 4.200 2 de mayo en seno Choiseul, después de sufrir el ataque de aviones Sea Harrier. Destruído el 13 de Junio por un misil antibuque lanzado por un helicóptero Sea Lynx

Las consecuencias de la Guerra de Malvinas

Los efectos de la guerra de Malvinas fueron de lo más variado. Una de las cuestiones de mayor peso ha sido la vuelta a la democracia en la República Argentina en 1983. Particularmente, algunos especialistas como M. Korstanje y George B. sugieren que el discurso político de Malvinas como un arquetipo sagrado se corresponde con un bajo interés por parte de la ciudadanía en visitar las islas. De forma similar a los centros ejemplares no masivos, Malvinas representa un aspecto y recordatorio importantes para la vida democrática de Argentina. Su accesibilidad se encuentra vedada para continuar en el imaginario colectivo como una narrativa nacionalista que confiera indentidad y sentido en momentos de incertidumbre. En forma similar, a los cuentos o los mitos, Malvinas es una gran meta-narrativa que ejemplifica una moraleja, un mensaje, una enseñanza siempre acorde a los gobiernos que se van sucediendo. Más allá de la explotación, Malvinas evoca un conflicto que se puede estructurar en tres ejes fundamentales: a) la reivindicación del derecho del más fuerte propia de Occidente en donde una guerra connota ocupación efectiva, b) la negativa británica a cumplir las reglamentaciones internacionales, y c) la lucha por los recursos energéticos.57
La derrota en Malvinas produjo la asunción de un gobierno democrático en la Argentina en 1983, el cual facilitó la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el cual se puso fin al conflicto del Beagle, y con ello posiblemente, el cese de un eventual nuevo intento de solución bélica por parte de las fuerzas argentinas también para ese problema limítrofe

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